Cómo combinar la exfoliación suave y profunda para suavizar la piel
Compartir en
Exfoliar la piel es necesario para equilibrarla y lograr el mayor provecho del proceso de regeneración celular que lleva a cabo tu cuerpo cada noche. Todos los días, las células de la piel mueren y pueden desde hacer que la piel se vea opaca, apagada y pálida hasta bloquear los poros y promover la aparición de acné, manchas y arrugas. Por esta razón debes tener una rutina diaria de exfoliación para retirar las impurezas de tu piel.
Recuerda siempre que no debes exfoliar excesivamente la piel, ya que frotarla con demasiada fuerza o dejar los productos exfoliantes demasiado tiempo puede maltratarla y causar irritaciones; para aliviarla puedes usar bolsitas de té de manzanilla remojadas en agua fría. Además de este consejo, puedes seguir cada día estos que te damos a continuación para que le des a cada parte de tu cuerpo el cuidado que necesita con la profundidad ideal.
Lunes

Comienza la semana recargándote con la intensa sensación suavizante que te da Palmolive® Naturals® Coco y Algodón. Aplica una pequeña cantidad en una esponja y frota en todo tu cuerpo de abajo hacia arriba, en movimientos circulares y con cuidado de que la presión no maltrate la piel.
Las fibras naturales de coco realizarán una suave abrasión que retirará las células muertas, lo que permite que penetren los extractos de algodón y humecten la piel, para que permanezca suave, firme y puramente renovada.
Martes

Realizar una exfoliación más profunda en la piel de todo el cuerpo es necesario al menos una vez por semana, para asegurarse de que los elementos externos y la presencia de células muertas no generen arrugas, manchas o señales de envejecimiento, sobretodo en las partes más sensibles como el pecho y el cuello o en las que tienen mayor tendencia a deshidratarse y escamarse como los codos y las rodillas.
Para retirar las impurezas, mójate primero con agua tibia para abrir los poros, frota todo tu cuerpo suavemente con un cepillo o esponja de cerdas naturales asegurándote de no hacer daño en las zonas más sensibles y enjuágate con agua fría para tonificar la piel.
Miércoles

La piel del rostro no es solo la más delicada sino la que está más expuesta a los elementos externos, por lo que se le debe ayudar a remover las células muertas con una particular delicadeza para no dañar su textura y apariencia. Una vez a la semana puedes poner a hervir agua en un recipiente y agregar algunas gotas de tu aceite esencial favorito para así abrir tus poros y preparar tu piel.
Luego aplica con movimientos circulares hacia arriba con la yema de los dedos una pequeña cantidad de un producto libre de jabón y con gránulos de silicona o poliuretano, que ayuden a purificar y suavizar la piel.
Después utiliza un poco de azúcar o un cepillo suave para frotar tus labios hasta que se sientan tersos, retirando así la incómoda piel seca y estimulando la irrigación de la sangre, lo que les dará un color irresistible.
Jueves

Así como la piel se beneficia del proceso de exfoliación natural con gránulos de silicona o fibras de coco combinados con la suavidad del algodón o la humectación de la miel, también puede beneficiarse de una exfoliación química que realizan ciertas sustancias al procesar las células muertas.
Este tipo de proceso no puede llevarse a cabo más de un par de veces por semana, debido a que puede causar irritación en las pieles más sensibles. A pesar de que puede realizarse con productos cosméticos que contengan bajas concentraciones de ácido salicílico o glicólico, la manera más suave de realizar una exfoliación química es aprovechando componentes como la papaína en la papaya o la bromelina en la piña.
Haz un puré utilizando una parte de la pulpa de estas frutas combinada con una parte de azúcar y una parte de miel y frota todo tu cuerpo después de bañarte. Déjalo diez minutos para que tu piel pueda absorber esta dulce recompensa y enjuágate con abundante agua fría para sentirte totalmente renovada.
Viernes

Al final de una semana es importante no descuidar las manos y los pies, que son las principales herramientas para casi cualquier actividad. Por esto es importante que les des el mismo tratamiento regenerador al igual que el resto de tu cuerpo. La piel de las manos es, como la del cuello y el rostro, muy delicada y propensa a la aparición de manchas y arrugas y se beneficia mucho de una remoción de impurezas que favorezca también la circulación de la sangre.
Por otro lado, la piel de los pies es más densa y propensa a la resequedad, por lo que necesita ser suavizada al menos una vez por semana. Antes de ducharte, mezcla en un pequeño recipiente una parte de aceite de oliva y una parte de sal gruesa o sal marina hasta lograr una pasta consistente, y frota primero tus pies, enfocándote en los tobillos y los costados, y finalmente tus manos y muñecas.
Enjuaga con agua fría y seca dando pequeños golpes en lugar de frotar con la toalla e hidrata inmediatamente la piel con crema para manos o manteca corporal.
Compartir en