Cuidado de la piel profundo: 5 rutinas para lucir una piel radiante y suave

Duerme bien

Un sueño reparador es necesario para que tu cuerpo funcione de manera óptima. Dormir entre 7 y 9 horas al día tiene un efecto positivo en todo tu cuerpo: no solo mejora el funcionamiento cerebral y la salud del corazón sino también el bienestar emocional. 

Dormir lo suficiente también mejora la memoria y reduce el estrés. Mientras dormimos, nuestro cerebro trabaja para renovar las células y reparar músculos y tejidos, esto se nota en la salud de la piel. Puedes incluso sumar los beneficios de la aromaterapia y los aceites esenciales para relajarte antes de dormir.

 

Date un momento para consentirte

Haz una pausa en tu día y consiente a tu piel con un día de spa para relajarte en casa. Elige un momento a solas y  prepara una mascarilla casera con ingredientes naturales. Déjala actuar mientras ves tu serie favorita o lees un nuevo libro.

También puedes tomar un baño relajante y olvidarte de todo el estrés mientras disfrutas del jabón Palmolive® Naturals Nutrición Relajante Lavanda y Crema. Descubre la sensación renovadora de sus deliciosas fragancias e ingredientes 100% de origen natural para una piel nutrida

 

Crea una rutina matutina

La manera en que empiezas tu día puede influir mucho en tu productividad y hasta en tu estado de ánimo. Aunque todos vamos a nuestro propio ritmo y tenemos distintos horarios para despertar, existen algunos hábitos que pueden hacer tus mañanas más efectivas.

Puedes comenzar con una serie de estiramientos para activar tu cuerpo, un poco de meditación o algún tipo de ejercicio para aumentar tu energía. También es importante tomar un vaso de agua al despertar para hidratarnos y limpiar nuestro organismo desde temprano. 

 

Exfolia regularmente tu piel

La exfoliación es un proceso muy importante porque ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan en la piel. Al quitar estas impurezas, la piel queda más limpia y suave al tacto.

Además, la exfoliación también ayuda a que tu piel absorba, mucho más fácil, cualquier hidratante o humectante que apliques sobre ella. 
 

Cuida tu alimentación

El cuidado de la piel no solo depende de los productos que aplicas en tu cuerpo, también es necesario llevar una alimentación saludable. El secreto está en el equilibrio. No tengas miedo de incluir alimentos de los de los distintos grupos alimenticios: frutas, verduras, cereales, proteínas y grasas.  

El cambio comienza en tu interior, así que elige muy bien tus comidas diarias. Procura elegir alimentos ricos en antioxidantes para proteger tu piel y conservar su firmeza y elasticidad. Evita los alimentos procesados y reduce el consumo de azúcares.  

De igual manera, puedes seguir los principios de la nutrición integral, la cual te enseña a alcanzar un estado óptimo de salud y bienestar a través de alimentos y hábitos positivos. 

 

Haz ejercicio 

El cuidado de la piel no está completo sin una buena rutina de ejercicio. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física al día para mejorar la salud del corazón, el cuerpo y la mente.

El ejercicio no solo es indispensable para llenar tu cuerpo de energía, también ayuda a renovar el colágeno y la elastina. El colágeno es la proteína encargada de la firmeza de la piel, al renovarse se evita la flacidez y el envejecimiento prematuro. Mientras que la elastina es la responsable de que la piel se conserve firme y elástica. 

Ten en cuenta que nunca es demasiado tarde para comenzar con una nueva rutina. Solo necesitas ser constante y con el tiempo, estos hábitos se convertirán en una costumbre muy saludable.

Concéntrate en ti misma y aprovecha cada momento para nutrir tus ganas de vivir bonito. Recuerda que para tener un equilibrio entre belleza, salud y bienestar tienes que sentirte bien y estar en armonía contigo misma. 

 

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