Hacer una rutina de spa en casa es muy sencillo. Lo único que necesitas es regalarte a ti misma un momento de relajación, meditación y gratitud hacia tu piel y tu cuerpo. Todos los días, nuestra piel está expuesta a diversos factores que afectan su apariencia: el medio ambiente, la contaminación, los rayos del sol, la falta de hidratación, el estrés y nuestro estado emocional. Aunque no lo creas, la piel es la primera en resentir cuando no estamos en un estado de equilibrio físico y mental, por lo que es importante tomarse el tiempo para cuidarla, restaurarla y consentirla para que luzca suave, relajada, humectada y limpia.
Para hacer una rutina de spa en casa puedes hacer uso de ingredientes que ya tienes, pues ¡no hay nada más nutritivo y saludable para la piel que utilizar aceites e ingredientes naturales!
Ya sea que tu objetivo sea lograr una limpieza profunda, un masaje con facial o, bien, cuidar tu piel después de la depilación, estos consejos y técnicas te ayudarán a lucir una piel suave, humectada y saludable.
En primer lugar, hidrata tu piel. Este es, quizá, el consejo más básico para el cuidado de la piel. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber 8 vasos diarios de agua. La piel es la primera en decirnos que necesitamos agua, pues la deshidratación provoca una apariencia cansada, áspera, tirante, opaca y envejecimiento prematuro. Activa tu organismo tomando un vaso de agua después de levantarte y otro vaso antes de dormir. Tu piel lo agradecerá.